domingo, 8 de abril de 2007

Escala de Grises

Bastara decir que soy Laura Posada, la joven que le parece irónica la vida y cree que por esta misma razón vale la pena vivirla. Sumándole el hecho absoluto que dijo un amigo suyo alguna vez el de no cree en la amistad, su misión de ahora en adelante es contraríalo.
Una serie progresiva de tonos que van desde el negro al blanco determina la escala de grises. Pensé en como podría ser todo en ese momento con la ausencia de los colores, que aportan tanto a nuestra vida. Emociones; transmite sensaciones y cada uno tiene sus propias ideas sobre antipatías o simpatías, gusto o desagrado sobre aquel o este color, pero de manera general, todos percibimos una reacción física ante el efecto que produce un tono, como la de frío en una habitación pintada de azul o la de calor en otra pintada de rojo.

Sonríe siempre, para no dar a los que no te quieren el placer de verte triste, y para dar a los que te aman la certeza de que eres feliz.

La sonrisa es el más saludable mensaje de belleza en el rostro. Es pasaporte al reino de los Cielos. Es el ropaje más lindo del alma. Es mejor antídoto contra las preocupaciones. Es la canción de los Ángeles. Es la seriedad arrepentida. Es la oración de los sabios. Es la contraseña entre los amigos. Es la puerta de la cooperación entre conocidos y desconocidos. La sonrisa alienta la buena voluntad en los negocios. Acorta el tiempo de la angustia. Crea la felicidad en la pareja y en el hogar. Es una clara manifestación de salud mental, emocional y espiritual. Es descanso para los fatigados, calor para los tristes y luz para los decepcionados; tal cual Como el sol, ilumina, calienta y se irradia.

¿Cuánto cuesta una sonrisa? – Nada.
¿Cuánto beneficio nos puede dar? – Mucho.¿Qué tiempo dura? – Un instante.
¿Y cuánto perdura en la memoria? – A veces toda la vida.
¿Quién es tan rico que no la necesite? – Nadie.
¿Quién es tan pobre que no pueda regalarla? – Nadie.
¿Se empobrece el que la da? – Al contrario, se enriquece.
¿Se puede comprar, vender o robar? – Sólo se puede ofrecer gratuitamente.
¿Y quién es el que está más necesitado de una sonrisa? – Aquél que no tiene ninguna para dar.

¿Has analizado alguna vez esta emoción que llamamos ternura? ¿Es alegre, es triste la ternura? ¿No parece más bien la ternura una semilla de sonrisa que da el fruto de una lágrima? En el enternecimiento sentimos angustia precisamente por aquello mismo que nos causa placer. Así la inocencia nos encanta porque se compone de simplicidad, pureza, insuspicacia, nativa benevolencia, noble credulidad. Mas precisamente estas cualidades nos dan pena porque la persona dueña de ellas será víctima de los dobles, impuros, suspicaces, malévolos y escépticos que pueblan la sociedad. La inocencia no nos entusiasma, la inocencia no nos enoja, la inocencia nos enternece.
Los sentimientos no son más que verdad subjetiva. No son más que naturaleza que le pertenece al mundo afectivo o espiritual. No es posible evitar que sucedan. Inhibir un sentimiento equivale a fomentar un anhelo, postergar un anhelo fomenta una frustración o una vehemencia. Los sentimientos necesitan de un cauce para ser satisfechos y hacernos sentir completos.

Por eso aplico tanto como puedo lo que alguna vez dijo Pablo Picasso y Johann Wolfang Von Goethe respectivamente: “Cuando me dicen que soy demasiado viejo para hacer una cosa, procuro hacerla enseguida. “El niño es realista; el muchacho, idealista; el hombre, escéptico, y el viejo místico”.

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