viernes, 25 de mayo de 2007

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REVISTA


BOLICHE SIN PISTA FIRME

Aunque es un arte de pescar porque es antiecológico, los pesqueros cartageneros le dan mejor uso.

En la Región se encuentra la más variada serie de ecosistemas que cubren desde los mares, sabanas, montañas y bosques, hasta los ríos, ciénagas, lagunas y pantanos; estos ecosistemas configuran la más rica gama de entornos y comunidades de organismos vivos, que están a su vez influenciados por la acción del hombre sobre ellos. El mosaico de ecosistemas va desde el fondo del mar Caribe hasta los 5800msnm, nieves perpetuas, en la Sierra Nevada de Santa Marta. La región como todo el país se caracteriza por el trópico húmedo que denota exuberancia, variedad y complejidad.

La pesca con Chinchorro playero o Boliche es una actividad empleada durante años por las comunidades costeras, quienes la emplean para fines de supervivencia (comer y vender), esta labor requiere de la participación de 12 a 24 hombres.

Este arte de pesca a diferencia de otros como la línea de mano, palangre y redes de enmalle tiene una baja selectividad (captura juveniles y adultos, peces pequeños y grandes) lo que se ha convertido en limitante por las consecuencias ecológicas, económicas y sociales que implica. Entre los efectos ecológicos se tienen que afecta a especies que están en la columna de agua (Todo tipo de peces y calamares) y en el fondo “comunidad bentónica” (camarones, poliquetos, cangrejos, erizos, entre otros) que son de vital importancia puesto que sirven de alimento a los peces. Al arrastrar el chinchorro se capturan desde camarones hasta peces pequeños y grandes, muchos de los cuales quedan sin vida en la orilla después de la faena o son botados sin vida al mar, la implicación de capturar peces pequeños esta relacionada con la sostenibilidad del recurso en el tiempo es decir si se sacan peces muy pequeños que no han alcanzado siquiera una primera reproducción, no van a haber peces que puedan reproducirse más adelante, por lo que el número de peces pequeños “juveniles” se reducirá hasta que finalmente y de no tener un control adecuado no existirán peces con potencial reproductivo, que puedan reproducirse para dar peces suficientes que garanticen mantener la población en el tiempo.

Otros inconvenientes económicos relacionados más con una problemática mundial son la disminución en las cantidades capturadas (antes 500 kilos, ahora en un buen día 100 kilos) de peces de interés comercial (Pargo, sierra, róbalo, sábalo, en la zona) lo que está generando mayor presión en otras especies que antes no se vendían o no tenían un valor alto en el mercado, reflejado en una nueva situación la del incremento en el esfuerzo (·# faenas, antes se realizaban 2 al día ahora se llegan a realizar 8), cambios en las artes (aumento en la longitud, disminución del ojo de malla)y menores ganancias (puesto que ahora se sacan menos peces comerciales y más especies de poco valor). Ligado a ello están la situación social del país donde el desempleo es reinante, lo que se convierte en un factor importante, ya que la pesca es una actividad de pocos requisitos en cuanto a los papeleos que requieren los trabajos normales, de fácil acceso sin entrevistas, ni preselección y que para los nuevos jóvenes que crecieron en entornos donde sus abuelos son pescadores y que no cuentan con facilidades para seguir estudiando u otras alternativas de trabajo, la pesca se convierte en la mejor opción; esto ha llevado a que se aumente el número de boliches en zonas como la boquilla, donde antes existían 5 boliches en total y ahora existen entre treinta y cuarenta.

¿Ante ello cual podría ser la solución? Siendo una actividad de subsistencia para una gran facción de la población de muchos sectores, se deberían presentar alternativas productivas para ellos que los motivaran a cambiar por otro tipo de artes o cultivos, ya que si bien en otros países la pesca con boliche esta prohibida por sus ya conocidos efectos, en un país como el nuestro de pocas alternativas imponer una medida así sin ninguna alternativa, sería empeorar la vida de muchos colombianos.

Hablar con cada pescador es escuchar vivencias, accidentes y desgracias de las que nadie se ha librado a lo largo de su carrera. Es una permanente lucha contra la muerte por los riesgos que se corren, en cada una de las actividades que exige la pesca, en alta mar. En este sentido, se puede afirmar que la salud de los pescadores está siempre expuesta a una seria vulnerabilidad. Corroborar estas historias es fácil porque en una cofradía relativamente pequeña, cada uno de los pescadores puede hablar de lo que le ocurrió al otro de manera muy similar.
Pero en la pesca de cerco, el oficio de mayor riesgo y sin duda el más duro, es el del botero. Así se llama al pescador que mantiene la luz a través de los focos situados en un pequeño bote para que la pesca permanezca en un determinado sitio mientras el barco le rodea y realiza la maniobra de cerco. Mantener la estabilidad de una pequeña barca en plena mar, de noche, mientras dura el cerco, ante lluvia, viento, nieve y mal tiempo, hace que el botero acabe en ocasiones con sus manos abriéndose en carne viva y sangrando hasta que se recoja el arte (red) con toda la cazada (pesca).

Al margen de los accidentes, un pescador ya da por hecho que acabará sus años con ataques de reuma; sin mencionar las pulmonías, neumonías y gripes. La edad de jubilación de un pescador es diez años menor que en el caso de un trabajador de tierra. Estar y hablar con uno de ellos, o simplemente verles y preguntarles su edad, es comprender de inmediato que ellos envejecen con una rapidez mucho mayor.

HOME SWEET HOME

Don Home Sweet Home era el póster más rico y odiado del cuarto de Laura, una pequeña habitación a la derecha de su apartamento en el oriente de Cartagena. El jamás visitó a sus vecinos ni permitió que nadie entrara en su enorme y lujosa pared. Tenía un carácter recio y huraño, detestaba a la humanidad, sobre todo a la gente y objetos pobre, jamás había mostrado compasión por nadie o algo. Si algún objeto de la habitación de Laura necesitaba algo de su pared o de él debería pagarle y por adelantado. Todos sus parientes habían muerto y el había heredado la fortuna familiar. Nunca se casó, y vivía en aquélla habitación con 20 objetos más a los que trata como sirvientes a los que pagaba poco y exigía mucho. Tanto el cuarto como él estaban siempre relucientes. El ni siquiera iba a la iglesia por no rezar por los pobres. Su más grande obsesión era tener un jardín en el terreno que estaba en la entrada del edificio, pero, a pesar de sus esfuerzos nunca creció nada allí. Durante años trajo a cientos de jardineros desde las grandes ciudades y gastó dinero en abono y trabajadores a la tierra sin obtener resultados. Al final se resigno con amargura a ver el terreno seco y agrietado como un desierto igual que su alma. Con el tiempo, para ahorrar más dinero, don Home sweet Home fue echando uno a uno de sus empleados hasta quedarse solo con Román, el reloj de la pared diagonal, inocente y tranquilo que le soportaba todos sus maltratos porque no tenia familia ni lugar a donde ir. El pobre Román debía pasarse el día haciendo todo tipo de oficios para mantener el hogar en orden, a veces no le quedaba tiempo ni para dormir. A pesar de ser joven y fuerte el exceso de trabajo fue deteriorando su salud hasta que enfermo de gravedad. Sin embargo, aún enfermo Don home Sweet Home le exigía trabajar. Una noche Ramón fue victima de la fiebre y ya no se pudo servir más. Esto enfureció a Don Home Sweet Home que le dijo:
- Tu única enfermedad es la flojera. Si no te paras de esa cama voy a sacarte a golpes. No creas que voy a alimentar un pobretón como tu.
- No puedo levantarme, estoy muriendo – respondió Ramón.
- Don Home Sweet Home empezó a jalarlo por una manecilla mientras gritaba:
- ¡Sal de esa cama y ve a trabajar flojo, eres flojo!
- Por favor, dame un poco de aceite suplicó Ramón.
- ¿Aceite? ¿Crees que un hombre rico y de apellido noble como yo va a traer aceite a un miserable como tu?
- Por favor – dijo Ramón con un hilo de voz y los ojos llenos de lágrimas.
Don Home Sweet Home, por primera en su vida sintió algo de lastima y mordiéndose los labios fue por un vaso de aceite. Cuando vio el aceite estiro una manecilla para alcanzarlo pero Don Home Sweet Home se alejo del borde de la cama y dijo:
- ¿Qué vas a darme a cambio de este vaso de aceite?
- Mi gratitud – dijo Ramón muy pálido.
- ¿Y de que sirve tu gratitud? – pregunto Don Home Sweet Home.
- No tengo nada que darle. Si me das ese vaso de aceite, dios le premiará – dijo Ramón.
- No necesito nada, lo tengo todo – dijo soberbio Don Home Sweet Home.
- Por favor, deme solo un poco de aceite.
- Está bien, pero ya veré la forma de cobrarte - dijo Don Home Sweet Home.
- Lentamente acerco el vaso de agua a la boca de Ramón que bebió desesperado. Apenas termino de beber miro agradecido a Don Home Sweet Home y se quedo inmóvil. Don Home Sweet Home revisó su batería y comprobó que estaba muerto.
- Este desgraciado murió y no va a pagarme el vaso de aceite – dijo furioso.
Para no tener que pagar ataúd ni el funeral de Ramón, Don Home Sweet Home contrató a un portarretrato que enterró su cuerpo desnudo en el terreno seco y agrietado que había en la entrada del edificio.
Una semana después empezó a crecer allí el más hermoso jardín de que tuviera noticia en Cartagena. Cuando las flores llenaron con su aroma el apartamento el corazón de Don Home Sweet Home se hizo dulce. Comprendió que todas esas flores habían salido del cadáver de Ramón, era la forma como este, desde el otro mundo, le agradecía aquel vaso de aceite. Así supo Don Home Sweet Home lo que era la gratitud y empezó a compartir sus bienes con los objetos más necesitados de la habitación.

TÀTAU

APRENDIZ & VETERANO

El local es estrecho y claro oscuro; dependiendo de la hora y el gusto. Los estantes llenos de bolsos, piercings, billeteras, gorras, cinturones, cascos para motocicletas y ropa sutilmente organizados invitan a un altruismo adverso.

¿Nacemos libres e iguales ante la ley, recibiendo la misma atención y trato de las autoridades y gozando de los mismo derecho, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica? ¿Realmente pertenecemos a una sociedad pluralista cuando ni siquiera podemos hacer juicio de nuestro criterio propio? ¿Cómo sabemos quienes somos si no sabemos para donde vamos? ¿Hay mucho más bueno en lo malo, que malo en lo bueno? ¿Hasta que punto llega el hecho de que lo que no nos mato nos hace más fuertes? ¿Somos masoquistas? ¿Psicológicamente amantes al dolor por inercia? ¿Sugestionados a esto por la generación de adrenalina?

Pareciera que en la actualidad todos tienen un tatuaje. Lo que antes se consideraba propiedad de marineros, ciclistas y fugitivos es actualmente una decoración del cuerpo muy aceptada entre mucha gente. Y ya no se trata de tatuarse anclas, calaveras y buques de guerra. Con emblemas de escuelas, diseños celtas y hasta símbolos personalizados, la gente ha encontrado nuevas maneras de expresarse con sus tatuajes. Tal vez, hayas pensado en hacerte uno.


Marco el tatuista veterano es un hombre de gran experiencia en este campo; la sociedad cartagenera lo ha tenido como artista desde hace 10 años. Julian es el “gerente” del lugar; y junto con Erick el dibujante forman el dúo de aprendices, con 1 mes de experiencia pero del cual han sacado provecho.

Cada miembro de este equipo de tatuadores es tratado con espeto en su círculo social, sin importar su experiencia, ya que se brindan un grado de equilibrio y balance entre si que sacia cualquier otro tipo de falencias que tengan, que se mejoran con el tiempo y con la ayuda de sus maestros.

Aunque pese a cosas y situaciones del universo en las que no podemos intervenir unos nacen con este don (son empíricos) y otros deben y/o quieren tomar clases para ser los mejores. No obstante esto no es fácil, pues los instrumentos para ser un buen tatuista y tener un buen sitio donde sea pulcro y estéril; donde los consumidores se animen a ir, solo con el miedo obvio a tatuarse; se necesita de buenos ingresos económicos para lograrlo. Muchas veces los costos se exceden y este es el motivo principal por el cual no encontramos distintos sitios donde se puedan realizar tatuajes. Asimismo de la asidua competencia negativa que se podría crear; perjudicando especialmente a los consumidores, ya que no tendrían ciertos cuidados solo por obtener dinero.

El equipo debe ser de máxima calidad, para que el cliente este contento con el trabajo además de que es una profesión de tiempo y paciencia su enseñanza requiera de la misma intensidad y dispendios.

No se permite muchas veces que los menores de edad se tatúen porque suelen ir sin la autorización de un mayor de edad o padre de familia y esto puede crearles luego un problema legal y mala reputación para el local.

La utilidad de los tatuajes es diversa: identificación, cosmética, religión y hechicería son los ejemplos más comunes. En ocasiones se ha hecho uso horrendo del tatuaje, como en el caso de sistema de identificación de los judíos en los campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial.

En el ejercicio del trabajo de tatuador no ocurre como en otros comúnmente. Donde son más los que lo ejercen que los que se someten a este. Aquí es donde la brecha anteriormente un solo hilo, eslabón o nivel se rompe; porque aquí la psiquis nos carga un dado y es donde empieza todo.

Esta demostrado que el dolor tanto como otros sentimientos y necesidades del hombre en especial son netamente psicológicos y que solo hasta determinado punto (extremo) se puede resistir a ellos y luego saciarlos. Por lo tanto es un componente alimentado por la ansiedad, el miedo, la esperanza, el futuro, la desesperación y la impotencia; que si se logra dominar se ejerce cierto poder sobre el.

Interfiera también el hecho de ser masoquistas por simple inspección de lo nuevo, de lo diferente, del auge, del momento, de la moda y de lo desconocido.


El dolor que se siente en este ritual se puede matizar un poco; más que un dolor, se trata de una molestia continua. No se trata de un tipo dolor de una inyección, ya que las agujas únicamente perforan la piel de forma superficial. Más bien se trata de una vibración o roce constante. No obstante, cada persona soporta de diferente forma el dolor. Es un término muy subjetivo. Además hay zonas del cuerpo más propensas a un dolor más intenso que otras. Y esto esta directamente relacionado también con la clase de aguja que se utilice; aquellas usadas para realizar líneas o perfilar acostumbran a doler más, a diferencia de aquellas utilizadas para sombrear o rellenar.

Si es la primera vez que vas a tatuarte, tranquilízate. En ningún caso tiene que ser el dolor razón para no tatuarte. Está comprobado que cuanto más relajado se está, más capacidad al dolor tenemos. Es cierto que a veces hemos presenciado algún que otro desmayo pero, en ningún caso, se debió por el propio dolor sino por el "pánico" a las agujas o la sangre o por estar demasiado tenso.

Muchas ideas vienen a la mente en el momento antes de ir a tatuarse, pero si se te ha pasado por la cabeza beber alcohol o tomar aspirinas antes de la sesión para ir más relajado, olvídate de ello: con el alcohol y las aspirinas la sangre es más líquida y, en consecuencia, se sangra más. Dado que la sangre de la zona que se está tatuando se lleva parte del color, el tatuador tendrá que hacer más pasadas perdiendo más tiempo y causando más dolor a la persona que está aguantando.

Esta expresión icónica en la piel viene precedida por antecedentes incas y egipcios, tribales y exóticos respectivamente. Dando diferentes tipos de sensaciones a los que los realizan y a los lienzos de estas asombrosas creaciones. Así como también de los viajes realizados por los marinos siglos pasados por el Pacífico y copiando diseños de la personas samoanos pertenecientes a las islas del archipiélago de Polinesia.

Pero no solamente estuvieron fascinados con los tátau, sino que por esta misma razón decidieron adoptarlo en su cultura y equívocamente lo tradujeron como tatuaje.
En español los entusiastas del tatuaje pueden referirse a estos como "tattoos", o el término castellanizado de "tatu", aunque ninguno de estos dos términos está todavía recojidos en el Diccionario de la Real Academia Española.

Este apogeo atractivo trasciende más del simple hecho de marcar la piel y dejar una cicatriz en ella por simple arrebato insensato muchas veces; no es porque se quiera retomar culturas pasadas o ver cuanto toleramos el dolor. Es porque se quiere un recuerdo permanente de un hecho que marco la vida de alguien, algún dibujo que nos trae un recuerdo especial o sentimiento a graficar. Pero para muchos otros es el simple hecho de dejar pasar una agua mil veces por segundos en tu dermis, produciéndote dolor y obteniendo como resultado anticipado a la vez el diseño de una tétrica imitación de gustos procedentes de culturas foráneas. Tales como marcas de ropa, dibujos animados, etc.